TARTA NEAPOLITAN EN TRES TEXTURAS (57º DESAFÍO EN LA COCINA)

lunes, noviembre 20, 2017

TARTA NEAPOLITAN EN TRES TEXTURAS
   Este mes he sido yo la encargada de desafiar al grupo y les he propuesto que realizaran "POSTRES NEAPOLITAN" así que esta es la propuesta para este 57º Desafío en la Cocina.
   Esta es una propuesta bastante abierta, porque los postres Neapolitan son postres basados en el típico helado Napolitano, de fresa, vainilla y chocolate. La premisa a cumplir era justamente esa: Postres que tuvieran esos tres sabores y sus correspondientes colores característicos.
   En mi caso, que siempre me gusta hacer de los Desafíos eso mismo, un auténtico desafío para mí, me he animado a hacer una tarta a la que hacía tiempo que le tenía ganas.
   Es una tarta en tres texturas, tal y como indica el título. Una base de bizcocho de chocolate, una tarta de queso y fresa horneada y una última capa de mousse de queso y vainilla.
   Aunque les pueda parecer complicado, en absoluto lo es. Cada parte es muy fácil de preparar. Lo único que necesitamos es organización. Si queremos la tarta para un domingo, por ejemplo, la empezamos a preparar el viernes y no tendremos problemas.
   El resultado es una tarta espectacular, no sólo por la vistosidad que tiene sino también por la mezcla de colores y de texturas, cada una con su particularidad y todas juntas una delicia.
   Los ingredientes que usé fueron: (Para un molde desmontable de 22 cm.)
Para el bizcocho de chocolate:

  • 125 ml. de leche templada.
  • Una cucharada de zumo de limón.
  • 140 gr. de harina simple de trigo.
  • 50 gr. de cacao puro Valor.
  • Una cucharadita de levadura química tipo Royal.
  • Media cucharadita de sal.
  • 200 gr. de azúcar.
  • Un huevo talla L.
  • 125 ml. de aceite de girasol.
  • 125 ml. de agua hirviendo.
  • Una cucharadita de vainilla en pasta.
Para la tarta de queso y fresa:

  • 400 gr. de queso de untar a temperatura ambiente.
  • 150 gr. de azúcar.
  • Dos cucharadas de pasta de fresa.
  • Cuatro huevos talla L.
  • 200 ml. de nata para montar.
  • Dos cucharadas de maicena.
  • Colorante rosado (opcional, pero aconsejable).
Para la mousse de queso y vainilla:

  • 250 gr. de queso batido.
  • 250 ml. de nata para montar bien fría.
  • 100 gr. de azúcar.
  • Cinco hojas de gelatina.
  • 100 ml. de leche.
  • Una cucharadita de pasta de vainilla.
Para el montaje y la decoración:

  • Nata vegetal azucarada ( con unos 400 ml. tendrán).
  • Una cucharadita de vainilla.
  • Colorante rosado.
  • Una cucharadita de cacao puro Valor.
  • 50 gr. de chocolate para fundir y un trocito de mantequilla.
   El primer día podemos preparar tanto el bizcocho de chocolate como la tarta de queso y fresa.
   Empezaremos por el bizcocho. Ponemos a calentar el horno a 170º.
   Echamos en la leche templada el zumo de limón y dejamos reposar mientras seguimos con el resto. Se volverá como cortada, pero esa es la intención.
   Echamos en un bol, pasando primero por un colador para tamizar, el harina, el cacao, la levadura y la sal.
   Añadimos también el azúcar.
   Removemos bien para que se mezcle todo.

   Sobre la mezcla añadimos el huevo, el aceite y la leche con limón. Mezclamos hasta que no queden grumos.
   En el agua hirviendo diluimos la vainilla, removiendo bien.
   Lo vertemos en el bol y vamos mezclando suavemente hasta que esté todo integrado.
   El molde lo habremos preparado, engrasando los laterales y poniendo papel en el fondo. (Yo lo pillo entre el aro y la base para evitar posibles fugas).
   Vertemos la masa en el molde. Llevamos al horno durante 25-30 minutos, hasta que al pincharlo el palo salga limpio.
   Sacamos del horno y dejamos unos diez minutos que entibie. Luego lo desmoldamos completamente y dejamos que enfríe por completo sobre una rejilla. 
   Cuando esté completamente frío, lo envolvemos en papel film y lo dejamos a temperatura ambiente, hasta que vayamos a montar la tarta.
   Vamos ahora con la tarta de queso y fresa. Usaremos el mismo molde que para el bizcocho.
   El horno lo ponemos a 150º.
   En un bol echamos el queso y el azúcar. Batimos con varilla manual hasta que esté cremoso.
   Añadimos la pasta de fresa y seguimos mezclando.
   Ahora echamos los huevos, la nata y la maicena. Mezclamos bien.
   Como me pareció que el color quedaba muy apagado le añadí un poco de colorante rosado para que quedara más intenso.
   El molde lo preparamos igual que para el bizcocho, pero además lo forramos con papel de aluminio porque vamos a hornear al baño maría.
   Colocamos el molde dentro de una bandeja que tenga algo de fondo y vertemos la mezcla.
   Llevamos la bandeja al horno y rellenamos con agua caliente, como de un dedo de alto.
   Cocinaremos a 150º durante una hora y media. Apagamos el horno y dejamos 20 minutos dentro, con la puerta cerrada. Luego la abrimos un poco y la dejamos 10 minutos más. Finalmente la sacamos y la colocamos sobre una rejilla para que se enfríe completamente. 
   Una vez fría la llevamos a la nevera hasta el día siguiente.
   Ya, en el segundo día, nos queda preparar la mousse de queso y vainilla, pero antes tendremos que desmoldar la tarta de queso y fresa. La mousse la echaremos directamente sobre ella.
   Desmoldamos nuestra tarta de queso y fresa.
   Volvemos a poner papel en la base del molde y colocamos la tarta de queso sobre ella, pero boca abajo, como se ve en la foto.
   Rodeamos la tarta de queso con acetato (o en su defecto papel de horno). 
   Colocamos el aro del molde y cerramos para que quede ajustado.
   Ponemos en la nevera mientras preparamos la mousse.
   Ponemos a hidratar la gelatina en agua natural, durante unos cinco minutos.
   Calentamos un poco la leche en el microondas, sin que hierva. Añadimos la gelatina escurrida y removemos bien para que se disuelva.
   En un bol o jarra ponemos el queso batido, el azúcar, la vainilla y la leche con gelatina. Trituramos con el brazo de la batidora.
   En otro bol ponemos la nata bien fría y la montamos hasta que esté bien firme.
   Añadimos primero la mitad de la mezcla de queso y leche y vamos mezclando con una espátula. Añadimos el resto y seguimos mezclando con movimientos envolventes, hasta que esté todo integrado.
   Vertemos la mousse sobre la tarta de queso y fresa y alisamos con una espátula.
   Llevamos a la nevera hasta el día siguiente.
   Para el tercer día dejaremos el montaje y la decoración. Con todo el trabajo adelantado será coser y cantar.
   Ponemos la nata en un bol con la vainilla. Batimos con varillas eléctricas hasta que esté bien montada.
   Apartamos en un bol un par de cucharadas de nata y le añadimos una cucharadita de cacao. Mezclamos bien.
   Retiramos el film del bizcocho de chocolate y con un cuchillo de sierra le cortamos la "barriga" para que quede bien plano. Parte de los recortes los utilizaremos en la decoración. El resto están estupendos para acompañar el café.
   Manchamos con un poco de nata la base o plato de la tarta y colocamos el bizcocho de chocolate.
   Pintamos con la nata chocolateada, extendiendo bien con una espátula. No queremos conseguir una capa densa, sólo una fina capa de crema que nos sirva de "pegamento".
   Sacamos la otra parte de la nevera. Retiramos el aro del molde y la base tirando del papel.
   Con cuidado trasladamos la dos capas sobre la base de chocolate, sin quitar el acetato para no estropearla.
   Una vez que la tengamos colocada y centrada, retiramos con cuidado el acetato.
   Cubrimos la tarta con una capa generosa de nata. Podemos hacerlo de dos veces. Damos una primera capa, dejamos enfriar una media hora y luego damos una segunda capa.
    Intentaremos que nos quede lo más recta posible.
   Ponemos en una bolsita el chocolate toceado y la mantequilla. Calentamos agua en el microondas y sumergimos la bolsa dentro para que se funda.
   En mi caso, como no quería que chorreara por la tarta, lo dejé que luego templara, pero eso ya depende del tipo de decoración.
   Cogemos un poco de nata de la que tenemos montada y le añadimos un poco de colorante rosado. Mezclamos bien.
   Echamos el chocolate sobre el borde superior de la tarta. Luego yo con un palillo le hice unas onditas.
   Metemos la nata rosa en una manga con boquilla rizada y decoramos tanto el borde superior como el inferior.
   Por último cubrimos la parte superior con parte del bizcocho de los recortes desmenuzado.
   Y ya tenemos nuestra preciosa tarta preparada. La mantenemos en la nevera hasta el momento de servirla.
TARTA NEAPOLITAN EN TRES TEXTURAS
   Miren que maravilloso corte tiene, con cada una de las capas bien definida.
TARTA NEAPOLITAN EN TRES TEXTURAS
   Y en este corte más de cerca se puede apreciar perfectamente las distintas texturas de la tarta, textura bizcocho húmedo, textura tarta de queso horneada y cremosa y textura mousse.
TARTA NEAPOLITAN EN TRES TEXTURAS
   Y lo importante es que no sólo luce bonita sino que también estaba riquísima.
   Pues esta ha sido mi propuesta para este 57º Desafío en la Cocina. Ahora les invito a que visiten nuestro blog para que vean las versiones que han hecho cada uno de los participantes. Pinchando aquí llegarán.
   También les recuerdo que Desafío en la Cocina volverá el próximo 20 de Diciembre, con una propuesta salada en esa ocasión.

Fuente: La idea de esta tarta la vi en Live, love and sugar pero a la hora de realizarla varié la receta.

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4 No te cortes y deja tu comentario.

  1. Hola! Se ve espectacular, con esa combinación de texturas tiene que estar deliciosa! Feliz semana! Besis

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  2. Madre mía, te quedó una tarta deliciosa, seguro, se ve espectacular¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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  3. Te ha quedado preciosa, me encanta. La combinación de las tres texturas tiene que estar muy rica. Además me encantan las tartas de queso

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Muchísimas gracias por dejar tu comentario.

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