Buscando por la red no tenía suficiente como para preparar unas magdalenas, que era lo que me apetecía, así que completando con puré de manzana conseguí unas magdalenas deliciosas y muy jugosas.
Además son muy muy fáciles de hacer. Prácticamente se trata de triturar y mezclar, sin más.
Los ingredientes que usé fueron: (A temperatura ambiente). Salen unas 15 magdalenas.
- Dos huevos L.
- 60 ml. de aceite de girasol.
- 60 ml. de leche.
- 180 gr. de calabaza cocida.
- 60 gr. de manzana asada (yo compro unos vasitos en Mercadona que vienen en pack de dos, en envase de aluminio).
- 100 gr. de azúcar blanco.
- 80 gr. de azúcar moreno.
- 200 gr. de harina.
- Dos cucharaditas de levadura.
- Una cucharadita de canela en polvo.
- Cuarto de cucharadita de jengibre.
- Cuarto de cucharadita de nuez moscada.
- Una pizca de clavo molido.
- Una pizca de sal.
- Unos 100 gr. de pepitas de chocolate y algunas más para poner sobre las magdalenas.
En un bol tamizamos el harina, la levadura, la canela, el jengibre, la nuez moscada, el clavo y la sal.
Removemos para que se mezcle todo bien.
En el vaso de la batidora echamos la calabaza, la manzana asada, el aceite, la leche, los huevos y el azúcar.
Trituramos bien con el brazo de la batidora hasta que tengamos una mezcla fina.
Vertemos sobre la mezcla de harina y mezclamos con unas varillas hasta que no hayan grumos.
Echamos las pepitas de chocolate y mezclamos bien. (No es prescriptivo, pero yo dejé la masa reposando en la nevera una hora).
Precalentamos el horno a 190-200º.
Colocamos unas cápsulas de papel en una bandeja para magdalenas y las rellenamos hasta un tercio de su capacidad. En el caso de no disponer de esta bandeja, metemos las cápsulas en flaneras que sean rígidas.
Repartimos unas pocas pepitas de chocolate sobre cada magdalena.
Horneamos durante unos 20 minutos, hasta que al pincharlas salga limpio. Las sacamos y las dejamos reposar unos minutos en la bandeja. Luego las sacamos y las dejamos enfriar completamente en una rejilla.
Miren que colorcito más bonito que tienen.
Quedan muy jugosas y tiernas.
Trituramos bien con el brazo de la batidora hasta que tengamos una mezcla fina.
Colocamos unas cápsulas de papel en una bandeja para magdalenas y las rellenamos hasta un tercio de su capacidad. En el caso de no disponer de esta bandeja, metemos las cápsulas en flaneras que sean rígidas.
Repartimos unas pocas pepitas de chocolate sobre cada magdalena.
No les saqué foto del interior pero les garantizo que están deliciosas.
Estupendas para el desayuno o la merienda.
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