Normalmente cuando acumulo yemas que me sobran de otros postres, sobre todo cuando hago merengue italiano, las suelo aprovechar haciendo natillas. En este caso se me ocurrió experimentar un poco y hacerlas con chocolate blanco y café. El resultado fue tan delicioso que por eso se las quiero compartir hoy.
Además pueden ajustar el sabor. Si quieren que simplemente tenga un saborcito a café le añaden solo una cucharada de café soluble y si quieren que quede más intenso le ponen dos, como fue mi caso.
- 500 ml. de leche.
- 100 gr. de chocolate blanco.
- Una o dos cucharadas soperas de café soluble.
- Una cucharada de licor de café.
- Cinco yemas de huevo talla L a temperatura ambiente.
- 15 gr. de maicena.
- Una cucharada de azúcar.
- Chocolate blanco para decorar (opcional).
Llevamos a fuego bajo hasta que se disuelva el chocolate, removiendo de vez en cuando.
En un bol, donde luego nos quepa la leche, ponemos las yemas con la maicena y la cucharada de azúcar. Mezclamos bien con varillas manuales hasta que se integre todo.
Cuando ya tengamos la leche con chocolate derretida es el momento de probar el gusto a café. En mi caso primero le había puesto una cucharada de café y le añadí otra porque quería que quedara intenso.
Vamos vertiendo la leche sobre las yemas, en forma de hilo y sin dejar de batir, para que no se nos cuajen las yemas.
Volvemos a pasar la mezcla al caldero y la llevamos a fuego medio.
Cocinamos removiendo constantemente hasta que hierva y se quede espeso.
Pasamos la mezcla a unos vasos individuales.
Los cubrimos con papel film, pegado a la crema, y dejamos enfriar, primero a temperatura ambiente y luego en la nevera, al menos cuatro horas aunque yo siempre prefiero dejarla hasta el día siguiente.
De manera opcional, aunque queda muy bien, podemos poner un poco de chocolate laminado sobre las natillas en el momento de servirlas. Simplemente las hice cortando el chocolate con un pelador de verduras.
Ya tenemos nuestras deliciosas natillas listas para disfrutarlas.
Les metemos la cuchara y a disfrutar.
Miren que textura más maravillosa que tiene.
Unas natillas deliciosas con la combinación del chocolate blanco y el café.
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