Una de las cosas que más me gustan del verano es la variedad de frutas que nos trae.
Una de esas frutas es el albaricoque. A mí me gusta mucho y ya he hecho algún postre con ellos.
Hoy les traigo una rica tarta de estilo rústico que es muy sencilla de preparar y que queda muy rica. Eso sí, asegúrense de que los albaricoques estén bien maduros para que nos quede bien rica.
Para la masa:
- 300 gr. de harina.
- 150 gr. de mantequilla fría.
- 50 gr. de azúcar glass.
- Un huevo talla L.
- Una pizca de sal.
- Un huevo más para pintar la masa.
- Unos 800 gr. de albaricoques maduros.
- Cuatro cucharadas de azúcar.
- Una cucharada de maicena.
- Dos cucharadas de almendra molida.
- Almendra laminada (opcional pero le queda muy bien).
En un bol ponemos la harina, el azúcar y la pizca de sal. Añadimos la mantequilla cortada a trocitos.
Trabajamos con las manos o con la pala de la batidora hasta que consigamos una textura como de arena mojada.
Añadimos el huevo, ligeramente batido, y seguimos trabajando lo justo hasta que podamos juntar toda la masa en una bola.
Envolvemos la masa con papel film y la llevamos a la nevera durante al menos media hora.
Para el relleno, lavamos bien los albaricoques porque les vamos a dejar la piel.
Los abrimos, les retiramos la pipa y los cortamos. Como los míos eran grandecitos los corté en cuatro pero si son pequeños los dejaremos en mitades.
Los ponemos en un bol y añadimos el azúcar y la maicena y removemos bien.
Ponemos el horno a calentar a 190º.
Envolvemos la masa con papel film y la llevamos a la nevera durante al menos media hora.
Estiramos la masa entre dos papeles de horno con un grosor de unos 4-5 mm.
La colocamos sobre la bandeja de horno antes de empezar a montar la tarta.
Aquí fue cuando se me ocurrió añadirle un puñado de almendras laminadas a la fruta y me pareció un acierto.
Marcamos más o menos un círculo de unos 25 cm en la masa y lo cubrimos con dos cucharadas de almendra molida.
Colocamos los albaricoques sobre el círculo de almendra.
Doblamos los extremos de la masa hacia arriba, superponiéndolos entre si.
Pintamos la masa con un poco de huevo batido.
Pasamos la tarta a un plato de servir y ya la tenemos lista.
Miren de cerca como luce.
Nos partimos un trozo y disfrutamos.
Aquí un poco más de cerca el corte.
Llevamos al horno y cocinamos unos 30-35 minutos, hasta que veamos que la masa está doradita.
Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Una tarta perfecta para aprovechar la temporada de albaricoques.
.JPG)
.png)
.JPG)
.png)
