La propuesta que nos ha hecho Rocío, de Chismes y cacharros para este 31º Desafío en la Cocina ha sido un Babka de Pascua.
¿Y qué es un Babka? Pues es un dulce que tiene varias versiones. En mi caso, me he decidido por la versión judía que consiste en una masa con levadura que suele ir trenzada y cuyo relleno suele ser a base de chocolate y canela, al que a veces se le añade algún fruto seco.
Ya tenía yo ganas de volver a hacer los desafíos así que he cogido la propuesta encantada. Además lo he hecho dos veces. La primera vez no quedé demasiado contenta con el aspecto final del babka,aunque rico estaba igual, así que me puse nuevamente con él y conseguí que estéticamente estuviera "más mono".
Los ingredientes que usé fueron:
Para la masa:
- 200 ml. de leche.
- 100 gr. de mantequilla.
- 100 gr. de azúcar.
- Dos huevos talla L.
- 600 gr. de harina de fuerza.
- Dos sobres de levadura seca de panadería (Yo usé de la marca Maizena).
- Media cucharadita de sal.
- Media cucharadita de nuez moscada.
- La ralladura de una naranja.
- Un poco de aceite de girasol.
- Otro huevo para pintar.
- Granillo de almendra (Opcional).
- 100 gr. de mantequilla.
- Dos cucharadas soperas de azúcar.
- Una cucharada de cacao puro Valor.
- 75 gr. de chocolate negro.
- Una cucharadita de canela.
- Ralladura de naranja (Opcional)
Lo primero que haremos será templar la leche unos 25-30 segundos en el microondas.
La ponemos en el bol donde vamos a preparar la masa junto con el azúcar y la levadura seca.
Removemos para que se disuelva y dejamos reposar 15 minutos.
Mientras cascamos los huevos en un bol y los batimos un poco.
Derretimos la mantequilla y la dejamos templar.
Incorporamos ambos al bol con la leche y la levadura y mezclamos.
En otro bol tamizamos el harina, añadimos la nuez moscada, la sal y la ralladura de naranja. Removemos para que se mezcle bien.
Vamos añadiendo poco a poco la mezcla del harina al bol de los líquidos y vamos mezclando.
Cuando hayamos añadido todo el harina, seguimos amasando con las manos hasta conseguir una masa que se despegue fácilmente de las paredes del bol.
Engrasamos un bol amplio con el aceite de girasol e introducimos dentro la masa en forma de bola. Volteamos la masa para que se engrase por todos lados.
Cubrimos la masa con un trapo seco y la dejamos reposar de hora y media a dos horas, hasta que doble su volumen. Yo la meto dentro del horno apagado para que esté bien resguardada de corrientes.
Una vez levada, amasamos bien para que se desgasifique la masa.
Dividimos la masa en dos porciones iguales y la dejamos reposar mientras preparamos el relleno.
Para el relleno, ponemos la mantequilla y el chocolate troceado en un bol.
Lo derretimos en el microondas en intervalos de 30 segundos y vamos removiendo cada vez que pare para ayudar a que se integren.
Añadimos al bol el azúcar, el cacao y la canela. También podemos añadir aquí ralladura de naranja.
Removemos bien hasta que tengamos una crema un poco líquida.
Ponemos un poco de harina en la encimera y extendemos uno de los trozos de masa en un rectángulo que tenga más o menos el doble de longitud del molde que vamos a usar.
Repartimos la mitad del relleno y la extendemos por toda la superficie, dejando uno de los bordes (el que será el cierre) sin pintar.
Enrollamos la masa como si fuera un brazo de gitano, desde los laterales más largos. Sellamos el final dando unos pellizcos a la masa.
Luego formamos una especie de ocho con ella, procurando que quede el cierre en la parte de abajo, y sellamos también las puntas al unirse.
Colocamos la masa en el interior del molde, que previamente habremos engrasado. Dejamos reposar nuevamente hasta que doble su volumen.
Otra forma que tenemos de hacerlo sería, una vez hecho el rulo, cortarlo a lo largo con un cuchillo bien afilado y luego formar la trenza con los dos cabos.
La colocamos en el interior del molde, procurando que las puntas queden bien metidas debajo. Dejamos reposar cubierto con un trapo hasta que doble su volumen.
Con respecto al tema de este segundo levado, lo he hecho de dos formas y las dos han funcionado, así que utilizaremos una u otra en función del tiempo del que dispongamos.
Podemos hacer este segundo levado a temperatura ambiente, lo que nos tomará alrededor de una hora hasta que doble su volumen.
Otra opción es, una vez formados los panes, cubrirlos con film engrasado y meterlos en la nevera hasta el día siguiente.
Por la mañana lo sacamos una hora antes de hornearlo y listo.
Antes de hornear, ponemos el horno a precalentar a 180º.
Pintamos los babkas con huevo batido. En mi caso, al que tiene la superficie lisa le espolvoreé granillo de almendra.
Los metemos en el horno y los dejamos que se hagan durante 30 minutos.
Si la superficie vemos que se pone muy dorada los cubrimos con papel de aluminio. En mi caso, a los 15 minutos los cubrí y los dejé cubiertos hasta que acabó el tiempo.
Los sacamos y los ponemos en una rejilla hasta que se templen.
Cuando estén templados, los desmoldamos y los dejamos enfriar completamente.
Ya los tenemos listos para disfrutar.
Este es el aspecto del liso.
¡Me encanta como luce tan imponente!
Y este es el interior, con esa cremilla de chocolate.
Así queda el aspecto del trenzado.
Resulta llamativo ¿a que sí?.
Y este es el interior del trenzado.
Con una forma u otra lo que les puedo garantizar es que están riquísimos. Es un pan dulce, con una miga muy rica, que con la crema de chocolate está para chuparse los dedos.
Pues esta es mi propuesta para este 31º Desafío en la Cocina. Ahora, como siempre, les invito a que se den un paseo por nuestro blog y que vean las distintas versiones que han hecho l@s componentes del grupo. Pinchando aquí llegan directamente.
También les emplazo para el próximo 20 de abril, que volveremos con un nuevo desafío salado. Serán las hermanas de La cocina de Camilni las que nos hagan su propuesta. ¡A saber lo que nos tienen preparado!