TORTILLAS DE CARNAVAL

viernes, marzo 01, 2019

La semana pasada les dejé la receta de los Castagnole, que es un dulce típico que se come durante el Carnaval italiano.
Hoy les traigo nuevamente un dulce típico de las carnestolendas, pero en este caso de aquí de Canarias.
Desde que tengo uso de razón, cuando llegaba la época de carnaval no podían faltar las típicas tortillas de calabaza. De hecho, en muchos colegios, cuando se celebra la fiesta de carnaval se suelen servir de desayuno, acompañado de un chocolate caliente.
Ésta es una receta, como la mayoría de las tradicionales, que tiene pequeñas variaciones según cada familia. Además se suele preparar a ojo, sin medidas muy concretas, hasta conseguir la textura de la masa.
Hoy les traigo la receta de mi familia, en este caso, con todo bien medido y pesado para facilitarles el trabajo.
Los ingredientes que usé fueron:

500 gr. de calabaza.
175 gr. de harina (pueden poner un poco más, hasta llegar a 200 gr. si quieren que les salga más gorditas).
Una cucharadita y media de levadura tipo Royal.
60 ml. de leche a temperatura ambiente.
30 ml. de anís o de Marie Brizard.
75 gr. de azúcar.
Dos huevos a temperatura ambiente.
Una pizca de sal.
La ralladura de medio limón.
Aceite de girasol para freír.
Miel para acompañar las tortillas.

Lo primero que haremos será sancochar la calabaza.
Le retiramos la piel, la cortamos en trozos y la ponemos en un caldero con un poco de agua en el fondo.

La llevamos al fuego y cocinamos tapada a fuego medio.

Cuando al pinchar con un tenedor la calabaza veamos que está guisada apagamos y escurrimos un poco el agua.
Dejamos que se enfríe.
Una vez que enfríe, volvemos a escurrir el agua que haya quedado.

En el mismo caldero, sobre la calabaza, echamos los huevos, el azúcar, el harina, la levadura, el licor de anís, la leche, la ralladura de limón y la sal.

Trituramos con el brazo de la batidora hasta que consigamos una mezcla sin grumos.
Es una masa un poquito espesa pero con fluidez. Como les dije, si quieren unas tortillas más gorditas pueden añadir más harina.
En mi caso, aunque no es prescriptivo, dejé la masa una media horita reposando en la nevera.

A la hora de cocinarlas les voy a dar dos opciones.
La menos ortodoxa sería cuajarlas en una sartén apenas pintada con unas gotas de aceite.

Cuando esté caliente, añadimos una cucharada de masa (de las de servir) en la sartén y dejamos que se vaya haciendo.

Cuando veamos que empiezan a salir burbujas en la parte superior será el momento de darles la vuelta.

Damos la vuelta con una espátula y dejamos hasta que se cuaje bien por el otro lado.

La opción más tradicional es la fritura.
Ponemos en una sartén un fondo de aceite y lo ponemos a calentar. (Hay quien echa mucha más aceite y así al echar la masa de las tortillas flota).

Cuando esté caliente, añadimos cucharadas de masa y dejamos que se frían. No lo haremos a fuego muy alto, pero siempre tiene que burbujear el aceite.

Les damos la vuelta y freímos por el otro lado.

Las vamos sacando y las ponemos en un plato con papel de cocina para que escurran el exceso de aceite. (Poniendo papel entre capa y capa de tortillas para que se sequen bien).

Freímos de igual modo todas las tortillas y una vez escurridas las pasamos a una bandeja de servir.

Lo suyo es comerlas acompañadas de miel, aunque hay quien las reboza en azúcar o en una mezcla de azúcar y canela.

Miren que ricas que se ven al partirlas, con ese lindo color que les da la calabaza.

No me negarán que están para meterles el diente.

Desde luego la merienda perfecta para estos días de carnaval.

Carolina López Rodríguez

Las recetas que he ido seleccionando para este blog han sido las que he considerado más sencillitas y rápidas, aunque de vez en cuando me atrevo con alguna un poco más elaborada.
Espero que les gusten y si a alguien les son útiles me alegraré mucho.